lunes, 23 de mayo de 2011

Manifiesto del tiokuk para Democracia Real Ya

En primer lugar muchas gracias a todos y cada uno de los que habéis entregado parte de vuestro tiempo a manifestaros en muchas ciudades de España contra una forma de política que ya había tocado fondo, al servicio de un sistema cada día más irracional y al servicio de unos pocos. Muchas gracias por hacer de la indignación vuestro partido y de la magia vuestra bandera, por haber removido mi corazón y por hacerme pensar de nuevo que en este mundo volvemos a tener esperanza en la esperanza. No penséis que vuestro esfuerzo tras las elecciones cae en saco roto. No perdáis ya nunca lo que habéis vivido en estos días y ha quedado grabado en vuestros corazones. Tal vez, algunos de vosotros no habéis medido bien y pensabais que vuestra causa tendría resultados inmediatos. Hay tantas cosas que cambiar, hay que mirar la historia y ver que para conseguir algún objetivo para el bien común, ha habido mucha gente que ha luchado y ha sufrido cárcel por mucho tiempo y algunos han dado hasta su sangre. Creo que tampoco sois muy conscientes de que vuestra incipiente y breve lucha ha traspasado fronteras. Alegraos por ello. Eso es un logro impresionante y que os debe de hacer sentir orgullosos. No midáis vuestros esfuerzos a corto plazo. El contrincante es muy fuerte y no se tumba de un solo golpe. Esto no ha hecho más que empezar. Me siento orgulloso de vosotros,  jóvenes que habéis comenzado a poner vuestros fuertes brazos, utópicas mentes y vuestros mejores carismas al servicio de la libertad, la justicia y la paz. Muchas gracias por elegir la no violencia para vuestra lucha. Indignaos pero no os crispéis. La lucha no es sólo por los que piensan como vosotros. Para cambiar las cosas hay que cambiar los corazones de los que creen que la corrupción, el abuso y el servir al dios dinero son cosas tolerables. Muchas gracias por haberme hecho sentir de nuevo ilusión por el ser humano, por hacerme creer que un día habrá una nueva generación de políticos honrados, no importa de qué partido o siglas, que sirvan de verdad a la gente y que no antepongan sus propios intereses a los del pueblo que les ha votado. Los sueños sólo los pueden hacer realidad los soñadores. Ojalá un día vuestros hijos disfruten de ello.